Cambiemos de una vez de forma de pensar. Aunque los publicistas se van dando cuenta de que los soportes tradicionales ya no llaman la atención, aún no han evolucionado suficientemente o, al menos, no demuestran haberlo hecho.

Adelantémonos a ellos y busquemos soportes adicionales –y de bajo coste–. Tal es el caso de un elemento de papelería que, por modesto, parece que despreciamos: las carpetas. Si considera que la imagen de una empresa revierte en sus beneficios, siga leyendo.

Por imagen

Al igual que muchos otros elementos de papelería, como talonarios o bolígrafos, por poner sólo dos ejemplos, las carpetas son un respaldo excepcional para la imagen de una empresa, así como un anunciante excelente. Extremos ambos que pasamos a explicar en el próximo párrafo.

Para empezar, la imagen de una empresa, si queremos dar una sensación de un mínimo de seriedad, ha de ser tan unitaria como sea posible, de modo que no estaría de más que apareciera el logo, nombre, dirección y teléfono en cuantos elementos sea posible y podamos permitirnos.

Por publicidad

En cuanto a la naturaleza de soporte publicitario de las carpetas corporativas, diremos que una vez que le entregamos una a un cliente, real o potencial, no sabemos dónde va a acabar o por qué manos pasará.

Es más: no sería la primera empresa que entrega carpetas, a modo de flyers entre colectivos que, de un lado, le encontrarán utilidad a este objeto y, de otro, son clientes potenciales –sería bueno ofrecerlas, por poner un caso, entre estudiantes en un campus–.

¿El precio? 2.500 unidades, impresas por fuera, 529 euros. Para ver otras opciones deberíamos dirigirnos a Imprentaonline.net, donde se adaptan a nuestras demandas y necesidades