Inicios de la impresión en Castilla y León
Desde finales del siglo XV, Castilla y León ha sido un territorio prominente en el mundo de la impresión en España. El inicio de la imprenta en la región se puede rastrear hasta la aparición del Sinodal de Aguilafuente en 1472. Fué reconocido como el primer libro impreso en el país. Posteriormente, Valladolid se convirtió en el epicentro de la actividad impresora. Fué especialmente tras la creación de un taller en el Real Monasterio de Nuestra Señora de Prado alrededor de 1481. All se imprimieron miles de bulas y buletas de indulgencia durante el Renacimiento español.
Auge de la imprenta en Valladolid
La actividad impresora en Valladolid fue muy significativa. En 1583, Felipe II otorgó a la catedral de la ciudad el privilegio exclusivo de imprimir y vender una cartilla de educación infantil. Este privilegio resultó en la impresión de más de setenta millones de unidades de esta cartilla hasta el siglo XIX. Se evidenció así la importancia de Valladolid y, por extensión, de Castilla y León, en la historia de la imprenta española.
La imprenta en los siglos posteriores
A lo largo de los siglos, la imprenta en Castilla y León continuó evolucionando y adaptándose a las nuevas tecnologías, manteniendo su relevancia en el ámbito nacional. La región no solo fue cuna de la imprenta en España, sino que también se convirtió en un motor que impulsó el desarrollo y la difusión de la tipografía y la impresión a lo largo de los siglos.
Legado y continuidad
Con una rica herencia de conocimiento y tradición en la impresión, Castilla y León sigue siendo un referente en el ámbito de la imprenta. A contribuido al legado impreso de España y ha fortalecido la conexión entre el pasado, el presente y el futuro de la industria impresora en el país.