A lo largo de las décadas, el logotipo de Adidas ha sabido reinventarse sin perder su esencia. Su icónica imagen, basada en las tres franjas paralelas, se ha mantenido como un símbolo inconfundible. Se ha asociado tanto al mundo del deporte como a la moda urbana. En este artículo haremos un recorrido histórico, explicando cómo surgió el primer logo y cómo se transformó hasta llegar a la versión que hoy todos reconocemos.
La fundación de Adidas y el origen de las tres franjas
La historia de de la marca se remonta a la década de 1920 en Alemania, cuando Adolf “Adi” Dassler comenzó a producir calzado deportivo en la lavandería de su madre. Aunque en ese entonces la marca no contaba aún con el nombre Adidas —que surgiría oficialmente en 1949 tras la separación de Adi de su hermano Rudolf— la obsesión por la calidad y la innovación ya estaba presente.
El primer distintivo que adoptó Adi Dassler para su empresa fueron precisamente tres franjas. Fueron incorporadas en el calzado como un elemento práctico: pretendían dar mayor estabilidad al pie. Esta solución estética y funcional se convirtió, con el tiempo, en la seña de identidad más característica de la marca. Cuando oficialmente se fundó Adidas, el nombre nació de la combinación del apodo de su fundador (Adi) y las primeras letras de su apellido (Das), y con él comenzaría el mito de las tres bandas.
Las tres bandas se convierten en un símbolo global
En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, Adidas ganó popularidad gracias a la calidad de sus botas de fútbol y otros productos deportivos. Durante la década de 1950 y 1960, la marca ya era reconocible en Europa, y las tres franjas —que habían comenzado siendo un mero recurso técnico— se consolidaron como su emblema gráfico. El anagrama inicial se limitaba a la palabra “adidas” en minúsculas, a menudo acompañada de las tres bandas inclinadas, simples y directas, sin aditamentos innecesarios.
El cambio radical de 1972: el trébol (Trefoil)
En 1972, con motivo de los Juegos Olímpicos de Múnich, la empresa decidió que necesitaba un elemento más distintivo para su identidad visual. Así nació el trébol (Trefoil), un logotipo formado por una hoja de tres pétalos que representaba la diversidad de la marca y su presencia global. Cada uno de los “pétalos” simbolizaba un continente, reflejando la expansión de Adidas a nivel internacional.
El trébol no reemplazó las tres franjas, sino que las integró de forma artística, creando una imagen que conectaba tradición e innovación. Este logo, de apariencia orgánica, se asoció con la línea “Originals”, destinada a productos de estilo retro, urbano y casual que bebían de la herencia histórica de la marca. Con el paso del tiempo, el trébol se convirtió en un icono asociado a la cultura streetwear, al hip-hop y a las tendencias más vanguardistas fuera del deporte.
La renovación de 1991: el “mountain logo”
A inicios de la década de 1990, el deporte profesional entró en una nueva era de alta competencia, patrocinadores globales y estrellas mediáticas. Adidas quiso reflejar estos cambios adoptando un nuevo logotipo para sus líneas de alto rendimiento. Así surgió el conocido “mountain logo” (el logo de la montaña), en 1991.
Este diseño conserva las tres franjas, pero las reagrupa de manera que, al mirarlas, simulan una montaña. Esta metáfora visual buscaba reflejar la superación de retos, el esfuerzo constante y la determinación que caracteriza a los deportistas de élite. El logo “mountain” se utiliza principalmente en las divisiones de rendimiento, vinculadas al running, el fútbol profesional y otros deportes de alta exigencia.
La etapa moderna y la simplificación del logo
Con la llegada del nuevo milenio, la marca siguió ampliando su catálogo y segmentando sus líneas de productos. En los últimos años, la marca ha utilizado diferentes variantes del logo según la colección:
- Originals: El trébol clásico, que remite a la herencia y el legado.
- Performance: El “mountain logo” para productos de alto rendimiento.
- Style: Una línea más enfocada en la moda y el estilo de vida, con un logo simplificado que retoma las tres franjas en composiciones más minimalistas.
Esta diversificación no ha dañado la cohesión visual de la marca, pues todos los logos comparten el ADN de las tres franjas. Incluso cuando se presenta la palabra “adidas” en tipografía simple, sin otros elementos gráficos, las tres bandas son las estrellas del espectáculo. Así, la marca logra adaptarse a distintos públicos y contextos sin perder su identidad.
La relación con la cultura popular y el streetwear
A medida que la empresa creció, su logo se volvió un símbolo no solo deportivo, sino cultural. Las colaboraciones con músicos, diseñadores y artistas —como Kanye West con las Yeezy, o Pharrell Williams con sus colecciones exclusivas— reforzaron su presencia en el mundo de la moda. El logo del trébol es ahora un elemento icónico del streetwear, visto en todo tipo de prendas y accesorios, desde sudaderas hasta gorras.
Por otro lado, el “mountain logo” sigue presente en las competiciones más exigentes del planeta, asociándose con jugadores de élite, clubes de renombre y atletas que persiguen récords mundiales. Esta dualidad muestra la capacidad de Adidas para ser todo a la vez: una marca para la calle, para la pasarela y para el estadio.
Mirando hacia el futuro: una marca en constante evolución
La historia del emblema de Adidas es una lección de reinvención inteligente. Aunque las tres franjas siempre han sido el elemento central, la marca supo leer el contexto histórico, las tendencias globales y las necesidades de su público para transformar su imagen sin perder la esencia.
Es probable que, en el futuro, las tres bandas sigan siendo el hilo conductor del universo Adidas, aunque con nuevos matices, diseños y aplicaciones. La evolución no se detiene, y esa capacidad de adaptación es precisamente lo que les ha mantenido en la cima durante tanto tiempo.
Tradición, innovación y carácter universal
La evolución del logo de Adidas refleja la historia de la propia marca: un recorrido que va desde una pequeña fábrica en la Alemania de entreguerras hasta la cima del mercado deportivo y de la moda contemporánea. Las tres franjas han logrado trascender su función original y convertirse en un símbolo universal de calidad, estilo y rendimiento. Y, en cada cambio que ha vivido el logo, se percibe el equilibrio entre innovación y tradición que, a fin de cuentas, es la clave del éxito de Adidas.o1